Carlos Urquidi G.

De entrada, en la película ‘No mires arriba’, (Don’t Look Up / 2021) lo más llamativo es su poderoso elenco encabezado por Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep y Cate Blanchett pero basta ver los primeros quince minutos para darse cuenta que se está ante un producto diferente, una especie de sátira política social que al avanzar su trama no sostiene su premisa, mucho menos mantiene el supuesto mensaje del que todos los medios de comunicación hablan, obvio, pagados por la plataforma pionera del streaming con el afán de salvar la cinta de costo millonario en su realización —200 millones de dólares —, que tiene muy bajas puntuaciones especializadas,  además para colarla a las entregas de premios.

Para muestra: en Rotten Tomatoes el público la calificó con 77 % de 100, un puntaje aceptable aunque ahí mismo, la prensa especializada le ha dado un bajo 55 %.

El crítico de Rolling Stone, David Fear, la califica como, “un infomercial aburrido” y Wall Street Journal opinó que, “se desperdicia en una burla dispersa que convierte a casi todo el mundo en idiotas, trivializa todo lo que toca”.

Sandra Hall del Sydney Morning Herald, escribió, “los aspectos de comedia negra de esta sombría paradoja nunca se llevan a cabo por completo. Deseo que hubiese estado en manos de Armando Iannucci (director de The Death of Stalin, Veep), un satírico social con todos los dones para hacerlo funcionar”, en tanto Alison Foreman, de Mashable comentó, “tras dos años notablemente malos, la película de Adam McKay se siente tan bienvenida como una patada en los dientes”.

Las críticas suben de tono, Tim Brayton del Alternate Ending, se fue contra el director Adam McKay, “ha dejado indudablemente claro que, sin importar quién seas… él está serenamente seguro de que es mucho más inteligente que tú” mientras que Peter Sobczynski, de eFilmCritic, opinó,  “puede que ‘Don’t Look Up’ no sea la peor película de 2021, pero en términos de la completa pérdida de tiempo, talento y otros recursos con los que contaba, no puedo pensar en ninguna otra que se acerque a esta”.

El crítico del periódico británico Daily Telegraph dice,  “acumula todas sus mejores ideas, escenas más divertidas y momentos actorales más inspiradores en sus primeros 45 minutos, y después deja que el resto -los otros 95, me temo- se vayan lentamente por el desagüe”, coincidiendo con Peter Bradshaw, del periódico inglés The Guardian, “Don’t Look Up es como un sketch de 145 minutos de Saturday Night Live sin la comedia brillante de Succession, ni la seriedad que el tema podría requerir”.

Amalgamando todas las críticas anteriores habría que resaltar que las actuaciones son insuperables y todos al ser sacados de su área de confort actoral muestran la casta —excepto Jonah Hill que sigue siendo Jonah Hill con un personaje que parece un déjà vu eterno— por mantenerse en una delgada línea, aunque la sensación de hartazgo es por momentos visible como en Meryl Streep quien además brinda un plausible pero innecesario desnudo integral; igual impresión, la de hartazgo, parece tener Jennifer Lawrence, aunque fue la única en darle matices y quitarle monotonía a su ‘pacheca astrónoma’ brindando una transición bellísima al sonreírle a su nuevo galán —un muy acertado Timothée Chalamet​— en el auto y ofrecer una de las escenas más memorables y poéticas del filme, esa, donde cansada de todo regresa a su casa y sus padres la rechazan, con todo y bandera de Estados Unidos ondeando.

El único que parece disfrutar esa extraña mezcolanza de guion, idea y dirección es Leonardo DiCaprio quien está sublime al sufrir los ataques de pánico.

Ariana Grande… pues ni qué decir, es ella siendo ella.

¿A poco salen Chris Evans, Gina Gershon y Liev Schreiber?.. triste ver a Ronald Perlman y Rob Morgan en sus ‘papeles’.

Pero la gran falla de ‘No mires arriba’ es y será la intentona por ofrecer una mirada a la fallida y mal llamada era Trump, a los desapegos sobre los llamados de alerta de la comunidad científica sobre los efectos del cambio climático y el poder de la tecnología en el personaje interpretado por Mark Rylance que fusiona a Jeff Bezos, Elon Musk y Mark Zuckerberg, además de las relaciones de poder entre entre políticos y las élites económicas pero, a pesar de todos esos ingredientes queda siendo una comedia irregular en donde los excesos de y en todo, acaban por sepultar lo que pudo ser una verdadera visión del mundo actual que camina a su auto destrucción.

El atiborrado guion y la desigual dirección hacen que ‘No mires arriba’ termine por ser lo que intentó reflejar: un simple meme de vida corta mientras llega otro que lo sustituya. Una cinta palomera para verse, disfrutarse y olvidarse. Punto hasta aquí.

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