Era tierra por lo que peleaban, ¿no? ¡Pues denles tierra hasta que se harten!..

Palabras del gobernador del Estado de Chihuahua de 1962 a 1968, Práxedes Giner Durán, al ver los cuerpos de los revolucionarios asesinados.

Ciudad Madera, Chih.- La madrugada del 23 de septiembre de 1965 un grupo de trece personas integrado por maestros, estudiantes y líderes campesinos y dirigido por el profesor rural Arturo Gámiz García, cansado de los abusos, explotación, agravios y despojos de los caciques, ganaderos y compañías madereras y algodoneras cobijados por Práxedes Giner Durán, gobernador, general y rico terrateniente, atacaron el cuartel militar de Ciudad Madera, Chihuahua, convirtiéndose en la primera acción insurreccional de envergadura de la guerrilla contemporánea en México y uno de los acontecimientos más importantes de la historia contemporánea de México, en lo que a violencia política se refiere. 

El Asalto al cuartel de Madera fue la acción más importante de la organización insurgente Grupo Popular Guerrillero (GPG). 

Para conmemorar el 56° aniversario Asalto al cuartel de Madera a manera de homenaje, ayer, se realizaron dos ofrendas fúnebres, la primera en el Centro Cultural San Pedro y la segunda en el panteón municipal, además se develar el monumento en honor de los líderes caídos.

En los actos conmemorativos estuvieron presentes familiares de los integrantes del Grupo Popular Guerrillero, quienes iniciaron las gestiones para que el próximo año se cuente con un monumento tipo rotonda se otorgue el nombre ‘23 de septiembre’  a una de las principales vialidades del municipio.

Los mártires de madera. Chihuahua, México 1965

Alejandro Pisnoy / Prof. / Invest. CCC

Durante las décadas de 1950 y 60, en México se produjeron varias protestas de gran importancia como la rebelión de ferrocarrileros que azotó los estados de Sinaloa comandada por Germán Ruelas, en Nayarit comandada porMiguel Gómez y en Jalisco por Antonio Hernández. En 1965 se produce el levantamiento en Chihuahua. También, los civiles se levantaron por la falta de democracia y esto originó la represión, como la matanza a los manifestantes de Tlatelolco en 1968.

Al norte de México se encuentra el Estado de Chihuahua, donde el 23 de septiembre de 1965, en la ciudad de Madera, un grupo guerrillero y revolucionario comandado por Arturo Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez intento tomar por asalto el cuartel militar del ejército mexicano.

La lucha campesina en el estado de Chihuahua comenzaba a ser más fuerte a comienzos de la década de 1960 para enfrentar a la burguesía latifundista, ganadera, minera y maderera de Chihuahua, ya que tenían en su poder 3.7 millones de hectáreas en su poder repartidos sólo entre poco más de un centenar de familias. Esta organización campesina estaba encabezada por la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOMCM) quienes organizaron las protestas y las luchas  a lo largo y ancho de toda la región.

Los distintos grupos organizados para reclamar por sus derechos de mejores condiciones de vida y trabajo, se distribuyeron el estado en dos grupos, el primero, en Madera sobre la región de la Sierra, este grupo fue encabezado por Arturo Gámiz y los hermanos Salvador y Salomón Gaytán. El segundo grupo se ubicaba en la ciudad de Delicias, y estaba encabezado por los hermanos Pablo y Raúl Gómez Ramírez, el primero abogado y el segundo profesor, quién a raíz de su participación política fue cesado de su cargo y enviado a una región más alejada. Ellos además se encargaron de coordinar con los líderes agrarios Álvaro Ríos y el dirigente nacional Jacinto López.

 Hubo dos hechos fundamentales en la formación del grupo guerrillero y revolucionario que llevaría adelante el levantamiento al cuartel del ejército mexicano, el primero se da en octubre del 63, cuando se produjo el primer “Encuentro de la Sierra”, y en febrero del 65, se produce el segundo “Encuentro de la Sierra” donde se dan a conocer cinco documentos de base para este grupo revolucionario: I El imperialismo, el capitalismo. II El mundo colonial y semi colonial. III Breve resumen, medio siglo de dictadura burguesa. IV La burguesía incapaz de resolver los problemas nacionales. Y V El único camino a seguir.

En la madrugada del 23 de septiembre de 1965 el grupo guerrillero revolucionario conducido por  Arturo Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez decidió, cansado del sometimiento del Estado y la burguesía tomar el cuartel del ejército mexicano de la cuidad de Madera, pero este intento en busca de la igualdad y mejores condiciones de vida y trabajo para los campesinos y mayor distribución de la tierra, al igual que tantos otros a lo largo de la historia fue aniquilado. Junto a Gámiz y Gómez fueron acribillados otros seis revolucionarios entre los que se encontraban estudiantes, profesores y  campesinos.

Tanto la prensa como los lugareños dieron diferentes versiones de los hechos sucedidos esa madrugada. Los medios estatales, nacionales y algunos extranjeros difunden el acontecimiento diciendo que un grupo guerrillero decidió enfrentar a la política y estructuras de gobierno y al Estado mexicano por el camino de las armas. Mientas que las versiones de los lugareños hablan del tiempo que duró el enfrentamiento y las consecuencias de lo que este dejó. Estas versiones van desde que el enfrentamiento se mantuvo por unas pocas horas hasta versiones que dicen que alcanzo el medio día, o también que seis revolucionarios murieron en el acto, otros dos fueron atrapados y fusilados, y que dos lograron escapar. Las versiones fueron muchas, pero lo cierto fue que al llegar al cuartel el gobernado de del Estado de Chihuahua, Giner Duran, dijo: “Era tierra por lo que peleaban, ¿no? ¡Pues denles tierra hasta que se harten!” enviando los cuerpos de los revolucionarios a una fosa común, mientras que los militares caídos en el enfrentamiento fueron sepultados con honores.               

La última acción de este grupo de revolucionarios no fue un acto de inconciencia, sino que fue el último recurso para enfrentar al Estado y a la clase dominante, burguesa y latifundista de ésta época por la vía de las armas, tal vez sabiendo que podrían fallar, pero que a la vez dejarían en la memoria del pueblo mexicano y latinoamericano el espíritu revolucionario y de cambio para los tiempos que siguieron a su época.

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