Carlos Urquidi G.

Chihuahua, Chih.- La historia es harto conocida, conmocionó no solo a Chihuahua, a México sino al mundo entero: una madre en busca de justicia para su hija, es asesinada justo enfrente de las puertas del palacio de gobierno, en pleno diciembre.
Una lucha en busca de justicia que terminó evidenciando toda una red de corrupción oficial y que tal pareciera que se intentó terminar bajo la consigna del conocido refrán, “muerto el perro, se acabó la rabia”…
Porque no solo dejó el cadáver de una madre de familia, sino también el de sus actores principales quienes terminaron su vida de manera más que sospechosa ¿o fueron muertes hechas a modo?..
El documental de Netflix, “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, que estrenó a las primeras horas del día, a casi 10 años de los hechos reales, da cuenta de ello, del suceso, de los protagonistas, de los omisos y los villanos en una historia marcada por la indiferencia sistematizada no solo en la impartición de justicia, sino en los feminicidios a nivel nacional, “las muertas de Juárez” fueron la punta del un iceberg más grande que el que hundió al Titanic
El documental, a pesar de irse por la fórmula más convencional del género (técnicamente hablando), vale por sí solo como material histórico pero más por mantener en la memoria del colectivo un hecho que debe seguir vigente, que debe ser conocido, analizado y como dedo en la llaga, exigir su resolución inmediata, como dice la representante legal de la familia Frayre Escobedo, Ruth Fierro casi al final, “cerrado el caso, ya mataron a Sergio, cerrado el caso, eso también debe ser importante en la concepción de justicia”.
El inicio es directo y sin escalas, impresiona ver y oír a Marisela Escobedo, la madre convertida en activista, “mi nombre es Marisela Escobedo Ortiz, madre de Rubí Marisol Frayre Escobedo y le he perdido el miedo a todo”…
“Le he perdido el miedo a la muerte, que es lo peor que me podría suceder, he enfrentado a las autoridades, he enfrentado al gobernador, he enfrentado a quien se me ponga enfrente y quiero que mi hija, donde quiera que esté, que sepa que la amo y que no voy a dejar de luchar hasta que se le haga justicia”.
Sus palabras son reales, su actuar en esos dos años lo demostraron, luchó y luchó día y noche, caminó y caminó, hasta desnuda, pero también resultaros premonitorias. Fue asesinada en las vísperas de Navidad, mientras tejía adornos de la época. Corrió por su vida esa fría noche, una puerta abierta, la del Palacio de Gobierno hubiera sido su salvación.
“Las tres muertes de Marisela Escobedo” trata de eso, de los dos últimos años en la vida de esa madre de familia que de Ciudad Juárez a Chihuahua; de Zacatecas a la Ciudad de México pidió ser escuchada y atendida, sin lograrlo.

—La primera muerte

Las primeras escenas marcan el peregrinar de la madre, narrando de forma cronológica el cómo una madre se convierte en activista social, en investigadora, en detective, “ahora mi hija no está pero estoy yo señores para hablar por ella y defender sus derechos”, dice a los medios de comunicación.
Las noticias a nivel internacional dan cuenta de ella y se suman a la búsqueda de Rubí Marisol de 16 años. Las indagatorias de Marisela señalan como responsable de su feminicidio a la pareja de su hija, Sergio Rafael Barraza Bocanegra.
Un acierto del trabajo documental es el uso de imágenes y videos de la vida de la familia, de una niña llamada Rubí, la más pequeña y poner casi todo el peso de la narración, de los recuerdos, en la voz y presencia del mayor de los cinco hijos, Juan Manuel Fraire Escobedo, “yo quiero a todos mis hermanos, los amo a todos, pero Rubí era la más chiquitilla de la casa, la chiflada de la casa, toda la vida anduve cargándolo, mi mamá trabajaba y mi papá también”.
Los videos muestran una familia unida y feliz.
Datos casi desconocidos, que revela su hijo es que Marisela nació en Piedras Negras, Coahuila, pero al conseguir trabajo en su profesión, era enfermera, llegó a Ciudad Juárez, al pasar los años, ella abre una maderería y ahí llega Sergio Rafael Barraza Bocanegra a pedir trabajo, “mi mamá le dice que no necesita otro empleado, pero para echarle la mano le dije que se quede a trabajar el día”
Sergio tenía 21, años, Rubí 13. Surge la relación y al embarazarse, busca de nuevo a su mamá, quien los apoya moral y económicamente, les presta un departamento para vivir.
Un día, en el departamento solo está Sergio y la hija de ambos, Rubí se esfumó, “para mí fue un foco de alerta, Rubí no pudo dejar así a su hija”, cuenta Marisela.
Sergio le dice que se fue con otro bato.
El calvario de una madre, de una familia comienza.
Surge el fantasma de Felipe Calderón, el ex presidente mexicano que rechaza que el país sea un estado fallido.
La trata de personas en Ciudad Juárez llena los titulares de los medios de comunicación.
La recreación de la búsqueda de la joven es escalofriante, jovencitas, casi niñas, prostituyéndose.
La denuncia oficial sobre la desaparición de Rubí no es aceptada, “mi mamá se tardó como un mes y medio para que le pudieran recibir la denuncia, decían que se había ido, que no había indicios de que hubiera desaparecido”.
Aquí surge otro fantasma, la ex procuradora del estado de Chihuahua Patricia González, ahora luce el pelo largo, bien peinado y más rubio que nunca. Su testimonio no aporta mucho, pero aún defiende su proceder y de las autoridades.
Sergio Rafael Barraza Bocanegra confiesa a sus amigos que la mató, que quemó el cuerpo y lo tiró, “fui a tirar el cuerpo cerca de las marraneras, lo metí en un tambo y la quemé”.
Una madre que reta públicamente a todos y al asesino, “que sepa (Sergio Rafael) que no lo voy a dejar dormir en paz, aunque me lleve la vida, lo voy a localizar”.
“Mi mamá fue la que dio con él (con Sergio) no fueron las autoridades”, dice frente a la cámara el otro hijo de Marisela, Alejandro.
La cacería de Marisela se traslada hasta Fresnillo Zacatecas, donde es detenido Sergio, quien vuelve a confesar el asesinato, aquí indigna que la ex procuradora Patricia González diga, ante cámaras que, “eran policías, de veras muy profesionales, muy bien capacitados, y lograron que les indicara el lugar en que había depositado el cuerpo de Rubí”.
“Ese es un antes y un después, ver a mi mamá levantando huesos, encontramos un huesito de ella (de Rubí), creo que era de su columna”.

—La segunda muerte

Sergio Rafael Barraza Bocanegra es detenido y llevado a juicio, se convertiría en el primer feminicida juzgado bajo el nuevo sistema de justicia penal, mediante juicio oral.
La ex procuradora interviene en pantalla para defender ese nuevo sistema de justicia.
“Las tres muertes de Marisela Escobedo” recurre aquí al juicio real, no hay actuaciones ni recreaciones. Aterrador.
Un acierto más. Se agradece que el material sea presentado tal cual, sin agregarle más drama.
Cala la confesión del asesino pero laceran las palabras de Marisela.
Él pide perdón: Yo sé que es un daño grande que hice y que nadie lo va a reparar, de antemano te pido perdón Marisela.
Ella se lo niega: Sabes qué Sergio, yo no te perdono, que te perdone Dios, y este día dejas de existir para mí.
Es absuelto por unanimidad a pesar de que en vivo confesó su crimen.
Al escuchar el veredicto Marisela Escobedo muere por segunda vez.
En la vida real y en el documental no hubo un final feliz, pero tampoco la muerte de ella es el final.
Cinco horas después de la absolución del asesino ya estaba en pie de guerra, otra vez, un nuevo gobierno había entrado, al frente fue electo César Duarte Jáquez.
Amigos, familiares, dan testimonios del carácter de Marisela. Las marchas se recrudecen y sus palabras también.
La periodista Patricia Mayorga habla de César Duarte, de su carácter y su rechazo a la crítica, Lucha Castro no aporta nada nuevo, ni el actual procurador César Peniche, Gabino Gómez se ve acongojado realmente.
Las imágenes muestran a un soberbio César Duarte.

—La tercera muerte

El 16 de diciembre de 2010 Marisela es perseguida y asesinada de un balazo a las puertas del Palacio de Gobierno…
Esta tercera parte del documental, también harto conocida, es el año 2012, revive el sentir de una familia entera, las amenazas que recibieron, la muerte de Sergio Barraza, la quema del negocio familiar, el asilo politico y el enredo del supuesto asesino material José Enrique Jiménez Zavala, alias “el Wicked”, quien también fue asesinado.
Sin revelaciones (spoiler), “Las tres muertes de Marisela Escobedo” cierra con una duda impresionante y una declaración más aterradora desde un penal en Estados Unidos. Otro fantasma que nunca fue perseguido por las autoridades hace acto d epresencia: Andy Barraza.
Al final el feminicidio de Rubí quedó impune, el feminicidio de Marisela quedó impune. No hubo justicia para ambas. Para nadie
Marisela murió tres veces, pero la confianza en la justicia mexicana murió ¿Para siempre? Punto, hasta aquí.

Ficha:

Título original: Las tres muertes de Marisela Escobedo
Año: 2020
Duración: 104 min.
País: México
Dirección: Carlos Pérez Osorio
Música: Amado López
Fotografía: Axel Pedraza
Productora: Vice Studios Latin America, Scorpio. Distribuida por Netflix
Género: Documental | Crimen
Web oficial: https://www.netflix.com/title/81002192
Sinopsis
Después de que el feminicidio de su hija quedara impune, una madre inicia una cruzada incansable para encarcelar al asesino y exponer al sistema de justicia mexicano.

One thought on “Análisis: “Las tres muertes de Marisela Escobedo”; murió tres veces, pero la confianza en la justicia murió ¿para siempre?..”
  1. Es claro que el gobierno mexicano son los principals criminales es la mafia son unos delincuentes con corbata al infierno se van derecho cesar duarte y peniche tu tambien patricia y todos Los involucrados es vergonzoso ver a toda esa bola de mafiosos hacer y desacer con nuestro mexico lindo es tiempo de que alguien se levante en armas somos mas que ellos.

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